Igualitaria y para siempre
Devocional 2: Igualitaria y para siempre
Los seres humanos aceptamos o decimos cualquier promesa que se nos venga a la mente, sin analizarla previamente. Por eso, vamos por la vida con un sinfín de promesas incumplidas o simplemente olvidadas. Pero con Jesús las cosas no son así. Si hay alguien que cumple sus promesas y que las cumple mejor que nadie es Él.
Para que sus discípulos se sintieran tranquilos, Jesús les aclaró que la promesa del Parakletos tendría tres cualidades que no encontrarían en ninguna otra promesa terrenal. En primer lugar, su promesa sería SUSTITUTIVA, es decir, el Espíritu Santo vendría expresamente a cumplir EL MISMO rol que Jesús tenía. Él también vendría a ser el “camino, la verdad y la vida” para todo aquel que creyera en Él.
En segundo lugar, su promesa sería IGUALITARIA, es decir que el Parakletos que Jesús les dejaba no sería superior, ni tampoco inferior a Él, sino exactamente igual y de la misma naturaleza divina y poderosa que lo era y sigue siendo Jesús, el Hijo de Dios.
En tercer lugar, su promesa sería PERMANENTE. No era un ayudante que estaría por ratos o de manera ocasional y esporádica y luego se iría por tener otras ocupaciones. Sino que estaría con ellos a partir de la ausencia de Jesús hasta que volvieran a reencontrarse. Haría morada permanente en cada uno de los discípulos de Jesús. Y, finalmente, su promesa sería EXCLUSIVA y reservada únicamente para quienes se convirtieran en discípulos de Jesús.
Esta última característica podría parecerte un poco humillante si aún no eres un seguidor de Jesús. Pero, si por un momento, piensas en todo lo que Jesús ha hecho por ti, hasta morir en la Cruz del Calvario para salvarte de tus pecados, entenderás la razón por la que Jesús reservó el tremendo privilegio de entregar a su Espíritu Santo solo para aquellos que realmente valoran su sacrificio y deciden venir a Él.
Siempre he creído que las promesas que tienen más valor son aquellas que realmente requieren un sacrificio personal. Especialmente si vamos a vivir como discípulos de Jesús. Pero qué gran recompensa a ese sacrificio tenemos cuando Jesús nos ha prometido que su consolador, el Parakletos, no nos dejará solos, que nos dará el poder para permanecer firmes en la batalla, que jamás se irá y que nos amará e intercederá por nosotros en todo momento.
CITAS BÍBLICAS:
Juan 15:26
“Cuando venga el Consolador, que yo les enviaré de parte del Padre, el Espíritu de verdad que procede del Padre, él testificará acerca de mí.”
Juan 16:7
“Pero les digo la verdad: Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes.”
Efesios 4:30
“No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención.”